Con que ilusión me creí las mentiras de un pirata de carretera.
El licor era de melón y manzana, parecía una imposible combinación pero al fin y al cabo la química existía. El juego de seducción fue un previo aviso al gran partido, al cual tuve que jugar con apenas conocimientos. Perdiste, más bien empatamos mal, pero ni dos besos calmaron tu furia huracanada, ni revancha ofrecida con cariño y promesas por mi parte apaciguaron tu rebeldía. Tu fuga duró apenas unos segundos aún sabiendo que no me convenías decidí enviarte una carta de amor, que te diera motivos por los cuales regresar por mi.
Y no los tengo, no los he pensado, tan solo he pensado en tí, en tus escasas palabras dulces, en tu muda sonrisa, en tus lejanas caricias, en tus promesas de papel, tan solo tú. Te quiero a tí, arriesgándome a perder, te beso profundamente.
Y no los tengo, no los he pensado, tan solo he pensado en tí, en tus escasas palabras dulces, en tu muda sonrisa, en tus lejanas caricias, en tus promesas de papel, tan solo tú. Te quiero a tí, arriesgándome a perder, te beso profundamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario